Una travesía en barco puede ir acompañada de otra ruta improvisada de sudores fríos, palidez, náuseas y por último, vómitos. Es el conocido como mareo por movimiento o cinetosis, que se desencadena porque el cerebro recibe señales del oído interno (que detecta el movimiento del barco), que no coinciden con los registrados por el ojo (si están enfocados en el interior de la embarcación, en un libro…).

En un crucero cada vez hay menos casos de afectados ya que «los barcos de cruceros cuentan con estabilizadores, por lo que el impacto del movimiento del mar a bordo es prácticamente mínimo», asegura a ABC el director nacional de CLIA España, Alfredo Serrano. Las compañías de cruceros, además, «eligen rutas especialmente pensadas para evitar zonas de mayor movimiento y hacer así que el trayecto sea más tranquilo y relajado».

Pese a todas estas medidas, hay personas propensas a marearse que hasta en las condiciones favorables caen indispuestas. A éstas, el director en España de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros les aconseja escoger «camarotes ubicados en el centro del barco o en las cubiertas inferiores, ya que suelen ser los que menos "reciben" los movimientos en el interior del buque». Y si aún así se desencadena el malestar, la mejor solución es «dirigirse personalmente al personal médico del barco al detectar los primeros síntomas, que estará a disposición de los pasajeros 24h, siempre que lo necesiten».

Para quien vaya a navegar estos días en otro tipo de embarcación que no disponga de los estabilizadores de un crucero o se encuentre a bordo de un barco con el mar revuelto, he aquí algunos consejos de Noelia Rodrigo Saiz, médico de urgencias del Hospital San Sebastián de los Reyes y patrón de embarcación de recreo:

-No embarque en ayunas. Es bueno tener el estómago lleno, aunque tampoco en exceso.

-Tómese algún medicamento preventivo, tipo Biodramina, media hora antes de subir al barco si suele marearse.

-Sitúese en el centro de la embarcación, la zona donde se aprecia menos el vaivén, y alejado del motor para evitar la inhalación de humo.

-Permanezca sentado en la cubierta y no haga cambios bruscos de postura. Procure no agacharse ni bajar la cabeza.

-Si nota que comienza a marearse, mire a un punto fijo del mar, en la lejanía, al horizonte.

-No baje al camarote mientras esté el barco en marcha y no cierre los ojos, porque se mareará aún más.

-Si se ha mareado a bordo de una pequeña embarcación de recreo, la mejor manera de frenar los síntomas es tirarse al agua si puede.

-Si ha llegado a la fase de los vómitos, intente mantener la calma, salga al exterior de la embarcación para que le dé el aire y mire al horizonte. No tome nada, ni líquidos, porque acabará vomitándolos.

Si el afectado lleva más de media hora sin parar de vomitar, se encuentra débil y no es capaz de mantenerse en pie y llega a perder el conocimiento, deberá ser atendido por algún médico, pero este tipo de situaciones no suelen ser habituales. La mayoría de los mareos por cinetosis se superan sin complicaciones. Son más habituales en las primeras horas a bordo del barco, pero el organismo acaba por acostumbrarse y el malestar desaparece.