Se trata de la réplica del velero que en 1851 doblegó a la elitista flota del Royal Yacht Squadron británico y que dio nombre al trofeo deportivo más antiguo del mundo: la Copa América. Lo cierto es que, para cualquier neófito que suba a bordo, resulta imposible demostrar que se trata de una embarcación de finales del siglo XX. La goleta America sigue transmitiendo una fuerte atracción y muchos han sido sus propietarios a lo largo de su casi medio siglo de vida, entre los que se encuentra el ex presidente del Real Madrid, Ramón Mendoza. Sus actuales dueños han decidido emprender el viaje más épico que haya realizado hasta ahora la nave: la circunnavegación del planeta.

El navegante y empresario Troy Sears es, desde 2006 y a través de la compañía Next Level Sailing, el último propietario de la goleta America y esta semana inicia una gira que recorrerá toda la costa Este de los Estados Unidos hasta alcanzar finalmente el Caribe. En total, pretende hacer un centenar de escalas como embajador de la Copa América, cuya 34ª edición se celebrará en Bermudas el próximo año.

Según recoge la agencia AP, una vez disputada la madre de todas las regatas, donde la goleta será espectadora privilegiada, Sears tiene previsto navegar hasta Europa y de ahí a Hong Kong, Australia y Nueva Zelanda antes de poner proa rumbo a San Diego y completar así la vuelta al mundo.

'Es auténtica, es la goleta America'

«La gente dice que es una réplica. No estoy de acuerdo. Sí, fue construida en 1967 después de que la original se destruyera en un accidente, pero está realizada con la misma tradición, con el mismo diseño y los mismos materiales que la que ganó en Cowes. Es auténtica, es la goleta America». Para Safton, uno de los capitanes que ha tenido el barco, es un trozo de Historia, aunque sea Historia reconstruida.

¿Cómo fue posible que un barco idéntico al que hoy pretende dar la vuelta al mundo pudiera imponerse a la flota del elitista Royal Yacht Squadron? Al igual que en la actual Copa América, la guerra tecnológica es fundamental y lo cierto es que George Steers, diseñador de la America, construyó un barco innovador. Basándose en los barcos prácticos de la época, aquellos que ayudaban a entrar y a salir a otros veleros de los puertos y que necesitaban ser ágiles aun sin viento, trazó un casco bajo de manga estrecha. Es decir, una configuración totalmente opuesta al de sus rivales en la isla de Wight.

Presentaba la roda puntiaguda y los mástiles descaradamente inclinados hacia popa. El 20 de junio de 1851, uno de los barcos más trascendentales de todos los tiempos, tocaba agua. Un día después de su botadura, una tripulación de 13 hombres emprendía la travesía del Atlántico en una dura aventura que se prolongó durante 20 días. Estados Unidos había sido uno de los países invitados en la primera Exposición Universal de Londres. Debían hacerse con un ejemplo de las innovaciones tecnológicas que se estaban llevando a cabo en cada nación. Y la goleta America fue sin duda la vencedora del certamen tecnológico.

Tras hacer claudicar a los 14 barcos británicos el 22 de agosto de 1851, el velero pasó a manos de los confederados en la guerra civil norteamericana. Fue el principio de una azorada existencia: en 1863 fue hundido por su tripulación para evitar que cayera en manos enemigas; fue recuperado por la Marina Federal y armado con cañones; se convirtió en buque escuela en Annapolis (1866); participó en el primer desafío británico de la Copa América (1870), llegando en cuarta posición; fue yate de crucero a partir de 1873, y en 1921 fue vendida por un dólar al almirante Wilson.

Ya en 1942, la goleta America desapareció para siempre. Una intensa nevada hizo ceder el techo del barracón donde se guardaba, haciendo imposible su reconstrucción. Pero aún hoy se puede ver navegando a los orígenes de la Copa América, gracias a la minuciosa y rigurosa construcción de una réplica que respira tradición y carácter indomable.

La vida no es plácida para la tripulación actual de la America. Para empezar, hay que izar todo el velamen, que en este tipo de barcos es mucho: dos mayores cangrejas, una trinqueta y el foque sobre el bauprés. Las mayores se izan sobre sus dos mástiles y van unidas a él mediante los ya extinguidos aros de madera.

Todos los sistemas de maniobra sobre la cubierta de este velero testimonian perfectamente la evolución tanto de diseño como de materiales. La madera ha pasado a ser sustituida por las fibras y los composites. Los obenques de cabo o cables, por las varillas o incluso fibras. Y las velas de algodón por tejidos de kevlar o carbono. Así, mientras que en un barco moderno los grinders apenas tardan unos segundos en realizar las maniobras, en la goleta America el trabajo de izada se prolonga durante más de 10 minutos.

Pese a los titánicos esfuerzos para domarla, la esencia de la navegación sigue siendo más profunda y genuina en un barco que normalmente no lleva relojes, GPS o ni siquiera una buena veleta. La America transmite sus sensaciones como si te hablara. Chirría cuando sopla poco viento y cruje cuando navegan al límite. Ahora se prepara para su viaje más épico.

Año de construcción: 1967 (original 1851-1942)

Eslora: 30,86 metros

Eslora de flotación: 27,6 m.

Manga: 7 m.Calado: 3,5 m.

Desplazamiento: 170 toneladas

Superficie vélica: 489 m2

Guinda: 24,7 m.

Capacidad: 20 pasajeros

Tripulación: 14 aprox.

Potencia motor: 325 cv

Diseño: George Steers (1850

)Construcción: Goudy y Stephen

Velas: North Sails

Mástiles: Gaff Schooner