La historia de arqueología, especialmente de la subacuática, está plagada de golpes de fortuna. Buena prueba de ello es el hallazgo de dos cargueros de carbón del siglo XIX mientras se trataba de dar con el desparecido vuelo 370 de Malaysia Airlines. Un avión desaparecido en 2014 con 239 personas a bordo.

Con el objetivo de dar con el avión, la Oficina de Seguridad del Transporte de Australia (ATSB) contrató a la compañía Fugro, la cual, como explica la revista National Geographic, debía peinar una amplía parte del oceano Índico. Durante las labores de reconocimiento la compoñía encontró los restos de dos barcos: el IOS (Indian Ocean Shipwreck)-001, localizado en mayo de 2015 y el IOS-002, descubierto en diciembre de 2015.

El IOS-001 era un barco de vela. Ahora yace a 3.900 metros de profundidad y se encuentra a 2.300 kilómetros de la costa de Australia. Esta nave estaba facturada en madera, pero el paso de los años ha provocado que de ella se conserve únicamente el tanque rectangular de hierro, que se usaba para el transporte de agua, tres anclas de hierro posteriores a 1830 y otras piezas metálicas.

«La mayor parte del material disperso en el fondo marino consiste en los restos del cargamento de carbón del buque, que se desparramó fuera del casco antes de impactar contra el fondo», detalla el comunicado de la ATSB. El navío hundido podría ser el bergantín de madera W. Gordon o la bricbarca Magdala.

El IOS-002 se encuentra en posición recta a 3.732 metros de profundidad y a 36 kilómetros de distancia del primero. Los restos están en buen estado de conservación, y corresponden a una embarcación de vela con casco de hierro o acero fechada a finales del siglo XIX y que también transportaba carbón. Podría tratarse del Kooringa (1894), Lake Ontario (1897) o, probablemente, del West Ridge (1883). El naufragio pudo deberse a una explosión causa en el cargamento de carbón. Algo que solía ocurrir en los transportes de este tipo de mercancía durante el siglo XIX