“La expedición Magallanes-Elcano fue mas importante y espectacular que la llegada del hombre a la luna, ya que los marinos de la primera circunnavegación se enfrentaron solos a lo desconocido y a un sinfín de adversidades, sin contar con ningún tipo de apoyo, como el de la Nasa en el viaje al espacio”, aseguró ayer el comandante de la Fuerza de Protección de la Armada (Geproar), el general de brigada de Infantería de Marina Carlos Pérez Urruti, en la conferencia que ofreció  en el Club de Mar Mallorca como parte del programa cultural de la XXV Regata Illes Balears Clàssics.

Pérez-Urruti quiso subrayar en su exposición, titulada Abrazando el mundo. 500 años de la primera circunnavegación,  el «orgullo» de ser heredero de una gesta que confirmó a España como una repestada potencia mundial, a pesar de que se llevó a cabo con medios con escasos conocimientos y sin saber realmente el tamaño del mundo, ni si había un paso para atravesar el continente americano para llegar a Asia.

DOS GRANDES POTENCIAS

Según explicó el general Pérez-Urruti, la expedición Magallanes-Elcano y el viaje a la luna, del que este año se celebra su cincuenta aniversario, guardan ciertas similitudes, como el hecho de que fue un reto técnico y una carrera que enfrentó a dos potencias (España y Portugal en el primer caso, y EEUU y la URSS, en el segundo).

La XXV Regata Illes Balears Clàssic se ha volcado en la conmemoración de la primera circunnavegación del mundo, de cuyo inicio se cumplieron 500 años el pasado 10 de agosto, al organizar esta conferencia, además de entregar hoy un premio especial consistente en un busto de Juan Sebastián Elcano al mejor barco centenario de la competición

El 10 de agosto de 1519, una dotación de 239 marinos comandados por el portugués Fernando de Magallanes zarparon del puerto de Sevilla buscando abrir una nueva ruta de las especias. Tres años más tarde, ya en 1522, apenas regresaron 18 al mando del marino español Juan Sebastián Elcano, quien se hizo cargo de la jefatura de la expedición auspiciada por la corona española después de que Magallanes muriera en un ataque en Filipinas.

Para Pérez-Urruti, la travesía fue sin duda «cien por cien española», dado que los medios, la financiación, la mayoría de los marineros, además de los capitanes, corrieron a cargo del Rey Carlos I de España, aunque el «autor intelectual», reconoció, fue el gran marino portugués Fernando Magallanes, de quien destacó su fe y su perseverancia para llevar a cabo este desafío.

Juan Sebastián Elcano fue, a su juicio, el gran beneficiado de todos los problemas por los que atravesó la expedición: naufragios, rebeliones, peleas con los indígenas, enfermedades como el escorbuto, el hambre…

“Empezó el viaje como contramaestre de una de las naves y acabó siendo capitán de la única de las naves que regresó a España con 18 hombres. Tomó dos grandes decisiones: continuar el viaje tras la desgraciada y heroica muerte de Magallanes y seguir navegando por dominios portugueses, en contra de lo pactado por el Rey, por lo que le obligó esquivar la costa para no ser interceptado por la armada lusa”, subrayó Carlos Pérez Urruti.