El fuerte temporal de estos pasados días en el Mediterráneo, con vientos superiores a 100 kilómetros por hora y olas de siete metros en la costa, ha descargado de lleno sobre varias regiones italianas.
La región de Génova ha sido una de las más afectadas por la tormenta, que azotó sobre todo las zonas costeras. Rapallo, en las afueras de Génova, es la que registra los mayores daños causados por lluvias torrenciales y vientos muy fuertes. Su puerto Carlo Riba está prácticamente destrozado , ya que la potencia de las olas terminaron por romper una sección de unos 80 metros de su muelle y dejando a los barcos allí fondeados sin protección. El aeropuerto de Génova estuvo cerrado y Venecia quedó inundada.