La formación básica, el certificado de profesionalidad que cualquier persona que pretenda trabajar a bordo de un barco debe poseer, de conformidad con el convenio STCW, da una gran importancia a conocer que es la hipotermia y como se lucha contra ella cuando se está ante una emergencia en la mar. No obstante, cualquier navegante mínimamente diligente, sabe, por sentido común que el permanecer mucho tiempo sumergido en el agua puede resultar fatal a causa de la perdida de calor.

Cuando la temperatura corporal se situa por debajo de 36,5ºC de temperatura aparece la hipotermia, aunque es cuando esta baja de los 35 grados cuando técnicamente podemos hablar de que una persona ha entrado en hipotermia.

Se considera hipotermia leve cuando la temperatura corporal se sitúa entre 33 °C y 35 °C (91,4 °F y 95 °F), y va acompañada de temblores, confusión mental, torpeza de movimientos y cuerpo tembloroso

Entre 30 °C y 33 °C (86 °F y 91,4 °F) se considera hipotermia moderada y a los síntomas anteriores se suman desorientación, estado de semiinconsciencia y pérdida de memoria.

Por debajo de los 30 °C (86 °F) se trata de una hipotermia grave, y comporta pérdida de la consciencia, dilatación de pupilas, bajada de la tensión y latidos cardíacos muy débiles y casi indetectables.

Es un síndrome grave con alta mortalidad, una urgencia médica que requiere tratamiento, generalmente en la Unidad de Cuidados Intensivos.

Para prevenir este estado que pude resultar muy peligroso y hasta mortal, es necesario abrigar las zonas de mayor pérdida de temperatura: cabeza, cuello, axilas e ingles, evitar la humedad y permanecer hidratado. En el agua, el náufrago no debe nadar, sino adoptar la postura fetal y flotar abrazado a sus compañeros. Los primeros síntomas de la hipotermia son escalofríos incontrolados, pérdida de destreza manual, destemplanza y apatía.

Para tratar la hipotermia es necesario seguir un protocolo que se basa en observar los siguientes consejos: trasladar al afectado horizontalmente y evitar los golpes, quitar toda la ropa mojada y secar sin frotar, especialmente las extremidades.

 

Asimismo es muy importante, bajo ninguna circunstancia dar de beber alcohol, abrigar siempre a la víctima a resguardo del viento y en el caso de que el náufrago esté inconsciente, hacer una llamada de socorro a los servicios de emergencia para que este sea evacuado lo más rápido posible al centro medico más cercano.

El riesgo principal de la hipotermia es que se transfiera demasiado rápida o bruscamente sangre fría de la periferia a los órganos vitales del interior del cuerpo causando mayor disminución de su temperatura, el shock y la muerte. Esto puede suceder si hacemos moverse a la víctima o nosotros mismos la movemos sin cuidado o si se le aporta calor de forma activa (con fricción o contacto con un objeto caliente): esto activa la circulación en la piel.

Por eso la lucha contra la hipotermia es esencialmente un calentamiento pasivo: la víctima es colocada en un ambiente cálido y se calienta a sí misma. De lo contrario, debe ser aislada (manta) del frío del exterior. De hecho, si se le trae activamente calor desde el exterior, se provocan reacciones adversas.