Impresionante victoria de Nueva Zelanda sobre Estados Unidos en esta edición de la Copa América, donde los kiwis han ganado por 7-1 (8-1) a los yankis. Larry Ellison pierde la Jarra de las Cien Guineas en terreno neutral, ya que Bermudas es territorio en ultra mar de Gran Bretaña, envenenado por su propia medicina: los multicascos. Grant Dalton, por su parte, devuelve el trofeo más antiguo del mundo a Nueva Zelanda para defenderlo en la 36 edición. Mejor tecnología de los neozelandeses, a los que les ha costado solo dos ediciones hacerse con el triunfo y sesignación de James Spithill, que alabó el trabajo de los "kiwis".
Comenzó la quinta jornada de la 35 Copa América entre "New Zealand" y "Oracle", con 8,6 nudos de intensidad de viento y con mucha presión para Estados Unidos, que quemaba su último cartucho en estos siete tramos de infarto para ellos. Presalida muy tranquila y sin lucha, como si ambos equipos no se jugasen nada, y salida igualada, sin más problemas. En el desmarque domina "Oracle" con dos segundos de ventaja y primera virada antes del "muro" con ventaja para los kiwis, con dos nudos más de velocidad y cayendo sobre la proa de los americanos. Ahí comenzó a ganar la regata el equipo neozelandés.
Ambos barcos a 24 nudos de velocidad y muy tranquilos. Segunda puerta y primera victoria para Nueva Zelanda, que tenía más velocidad (2 nudos) y mejor ángulo. Virada con 5 segundos para los kiwis y cada uno para un lado. Nueva Zelanda, a la izquierda, con más presión y Estados Unidos a la derecha resignado a escoger el lado malo. Primer cruce y los kiwis por la proa de los yankis, que navegan tranquilos y sin oponer resistencia, como si dieran por perdida esta Copa América. ¡Veremos! Al segundo cruce, Nueva Zelanda aventaja en 150 metros a Estados Unidos. "Match race" de lado a lado y Nueva Zelanda cae en un pequeño pozo y coge un mal role, pero cuando un barco tiene velocidad casi ni se nota y se recupera inmediatamente.
En la tercera puerta Nueva Zelanda aventaja en más de 150 metros a Estados Unidos (26 segundos). Los "kiwis" aumentan su ventaja conforme van pasando las millas y con 230 metros de ventaja se recrean y sus "ciclistas" bajan un poco el ritmo para que la humillación sea menor. La puerta cuatro recibe a los "kiwis" con una ventaja de 300 metros sobre los yankis (35 segundos). Los neozelandeses hacen su regata sin importarles el rival lo más mínimo. Los americanos no saben ya lo que hacer para minimizar la ventaja. Sufre mucho Spithill, se nota en la manera de virar. Bordos extremos de "muro" a "muro" y sin ninguna táctica más, porque o no la hay o no la saben. El caso es que el baño estaba siendo considerable. Los neozelandeses ya solo necesitaban marcar un poco al rival y llevarse para Auckland la Jarra de las Cien Guineas.
Quinta puerta con Nueva Zelanda amartillando la regata con 24 segundos de ventaja. No hay ni regata ni rival. La superioridad es muy grande. Trescientos metros de ventaja camino a la última puerta y Nueva Zelanda muy segura de sí misma. Los americanos se resignan y levantan el pie. Son conscientes del fracaso. No hubo milagro como en 2013 y Nueva Zelanda se lleva la Jarra de las Cien Guineas para Auckland entrando en la meta con casi un minuto de ventaja sobre Estados Unidos.
Alegría en el barco neozelandés como hacía tiempo no habíamos visto y Peter Burling es el nuevo héroe de Nueva Zelanda cogiendo el testigo de Russell Coutts. Oro en los Juegos Olímpicos de Río y ganador de la Copa América, todo un Sir.
La última vez que Nueva Zelanda ganó la Jarra de las Cien Guineas a los americanos fue en San Diego, en 1995, con Sir Peter Blake a los mandos del equipo, Grant Dalton de jefe de equipo y un jovencísimo Russell Coutts a la caña del mítico "Black Magic", que derrotó al "Young América" por 5-0. Defendió la Jarra de las Cien Guineas en 2000 ante el "Luna Rossa", de Francesco de Angelis, al que volvió a ganar por otros 5-0, ya con Dean Barker en la caña y Russell Coutts en la táctica, y la perdió en 2003, ante el "Alinghi" por 5-0, en la Copa América de las "deserciones", porque el equipo suizo, que dirigía Ernesto Bertarelli fichó a golpe de talonario a Russell Coutts y a siete de los mejores regatistas de Nueva Zelanda.