Conny van Rietschoten volvió a la tercera edición de la Vuelta al Mundo de Whitbread en 1981-82 decidido no sólo a defender su título sino a ganar en cada etapa, y la carrera general en handicap. Impresionantemente, con su Flyer II, fue capaz de lograr precisamente eso.
También contaba con algunos jóvenes e impresionantes talentos a bordo para ayudarle en su búsqueda, incluyendo Grant Dalton, que se convertiría en un icono de la regata por derecho propio, mientras Sir Peter Blake patrullaba su propia campaña por primera vez.