La Cueva de Gorham es una cueva marina de 35 metros de altura situada en la cara este de Gibraltar. Declarada Patrimonio Mundial de la Unesco en 2016. Es uno de los últimos lugares que habitaron los neandertales.
Desde su descubrimiento en 1907 por el capitán británico A. Gorham, del cual recibe su nombre, la cueva de Gorham ha sido investigada con diferentes objetivos. Durante 27 años se ha desarrollado un proyecto, dirigido por el investigador Clive Finlayson, con la finalidad de establecer las características paleo-ecológicas de las poblaciones de neandertales hasta su extinción.
El aspecto del estrecho de Gibraltar hace 40.000 años era muy diferente a como es hoy. El nivel del mar estaba 120 metros por debajo de donde está en la actualidad. La orilla en la cara este de Gibraltar estaba a 5 kilómetros mar adentro. Era una zona parecida a la actual Doñana, poblada por pinos y dunas. Es por ello que los neandertales que ocuparon la cueva de Gorham tuvieron acceso a una variada comunidad de flora, vertebrados terrestres y marinos entre la llanura arenosa, la zona de bosques, las aguas costeras y los acantilados rocosos que caracterizaban la zona.
Los neandertales se refugiaban de noche en las cuevas y durante el día cazaban en la llanura. Y no solo se alimentaban de animales terrestres, también marinos. Prueba de ello son los numerosos restos hallados pertenecientes a moluscos, peces (entre ellos atún rojo), tortugas, aves y mamíferos marinos (focas y delfines). Además se cree que conocían el comportamiento, la distribución geográfica, incluso, la estacionalidad de las presas que cazaban.
Entre estos restos hay huesos de focas jóvenes, que pudieron ser cazadas en la época de cría y huesos de delfines, posiblemente de varamientos accidentales en las playas en determinadas épocas del año.
Además también se han encontrado pequeños utensilios de piedra de la cultura musteriense, propia de los neandertales. Estas herramientas pudieron usarse para cortar carne de huesos como una vértebra torácica de delfín común o una mandíbula inferior de foca monje mediterránea.
¿Y como pudieron pescar al gran atún rojo, tan rápido y fuerte? Una de las hipótesis planteadas describe que los neandertales solo tenían una forma de hacerse con los atunes. Localizando a las orcas. Cuando estas persiguen a los bancos de atún, este en su incansable necesidad de escapar de la orca pueden saltar fuera del agua y quedar varados en la arena. De esta forma los neandertales podían tener acceso a los atunes.