Al igual que cuando salimos a navegar le prestamos una gran atención a llevar comida y a gua, o por supuesto, a no descuidar los útiles de pesca, es muy importante prestale atención a nuestra embarcación.
En náutica todos lo detales cuentan, incluso los más impensables e inverosímiles. A veces una tontería que pasa desapercibida puede causar un daño muy grave. Por ello aquí os dejamos tres pequeños y sencillos consejos de diariodenautica.com con los que os prodréis ahorrar lidiar con un montón de problemas en el futuro, para no hecer bueno aquel refran que dice que 'solo hay dos días felices para el dueño de una barca, el día que la compra y el día que la vende'.
Consejo 1 – Endulzar la embarcación
El primero y más simple tarea es lavar su barco regularmente. Si navegas en agua salada, enjuaga bien el barco con agua dulce después de cada salida para eliminar los residuos de sal. La sal no corroe solo el metal, los cierres y otros herrajes, si se deja demasiado tiempo sobre el gelcoat, también puede estropearlo, llegando a dañar seriamente las cubierta. Es aconsejable usar un cepillo de mango largo con cerdas suaves y jabón de calidad. Es aconsejable usar un jabón especial y formulado para el gelcoat. El jabón para lavar coche es el mejor después y algunos llegan a usar jabón para lavar la ropa en un momento dado.
Consejo 2 – Cambiar el aceite al motor
Al igual que en los automóviles, en los barcos es importantísimo cambiar el aceite. Los motores fueraborda de cuatro tiempos, los intraborda y los intra-fueraborda requieren cambios regulares de aceite. La frecuencia variará según el modelo, pero una buena regla es cambiar el aceite cada 100 horas de operación o, al menos, una vez al año.
Lamentablemente, no hay talleres de cambio rápido de aceites para embarcaciones, por lo que es aconsejable aprender a cambiar el aceite uno mismo ya que en caso contrario hay que llevarlo a un taller local. Por suerte, el cambio de aceite en el motor de un barco es fácil y se puede hacer rápidamente con las herramientas adecuadas.
Para hacerlo uno mismo, se va a necesitar una bomba extractora de aceite que succiona el aceite a través del tubo de la varilla y tiene un coste muy bajo. Además, se necesita una llave de aceite y suficientes trapos para limpiar los goterones. Como protección adicional contra los derrames accidentales de aceite es una buena idea colocar una almohadilla absorbente debajo del motor, especialmente cerca del filtro de aceite.
Consejo 3 – Comprobar la hélice
Mientras se tiene la hélice fuera del agua o con el motor apagado bajo el agua, es importante inspecciónarla para detectar rasguños, abolladuras y otros signos de daños. No pasa nada si le falta algo de pintura a la misma hélice o al soporte, pero es inprescindible enviarla a rectificar si se aprecian señales de impacto. La abolladura más pequeña puede hacer que la embarcación pierda rendimiento y consuma combustible en exceso. Una hélice golpeada también puede ocasionar vibraciones, lo cual llega a ejercer demasiada presión sobre los cojinetes y sellos lo que puede provocar daños importantes en el motor.