En las regatas de altura muchas veces el exceso de confianza puede acabar pasando factura. Y esto es lo que le pasó a Alex Gough, tripulante del Sun Hung Kai/Scallywag, barco participante en la Volvo Ocean Race y que por no ir atado se fue al agua en pleno Océano Pacífico y con el barco navegando con un viento de unos 20 nudos de intensidad.
Gough estaba participando en un cambio de vela, había soltado la línea en el outtriger, momento en que una enorme ola barrió la cubierta del barco de Hong Kong llevándose por delante a Gough que no llevaba línea de vida, arnes, ni chaleco salvavidas. Aquí el regatista cometió varios errores de bulto, primero no ir atado, segundo no llevar el chaleco salvavidas –de haberse dado por ejemplo un golpe en la cabeza hubiera sido fatal- y tercero no avisar al caña David Witt que iba a realizar aquella maniobra.
La gran suerte que tuvo Gough fue que el incidente ocurrió a pleno día, con sol y con buena visibilidad. Como comentaba Witt “lo principal es que lo tenemos de nuevo a bordo y está a salvo. Pero creo que ha demostrado lo difícil que es localizar a un tipo en el agua. Incluso en un día soleado, 18 nudos de viento…No quiero pensar en hacer esto con 20 nudos en la oscuridad”.
Toda la tripulación se puso manos a la obra en la localización de Gough, el propio accidentado reconocía su imprudencia al subir de nuevo a bordo: “Fui bastante estúpido, pero afortunadamente los chicos me rescataron. Reaccionaron asombrosamente rápido”, dijo Gough. “Estoy bien, muy bien. Pasé algo de miedo…pero ya estamos de nuevo en acción”.
Al final se ha quedado en anécdota lo que podía haber acabado en tragedia, pero que sigue dando que pensar y sobre todo remarcar la importancia de utilizar los sistemas de seguridad (línea de vida, chaleco salvavidas…) y más en regatas de altura como estas.