A Xabi Fernández, patrón del MAPFRE en la etapa 3, se le conoce por ser un tipo tranquilo, poco dado al drama y al sensacionalismo. Pero al bajarse de su Volvo Ocean 65 al cruzar la meta de dicha manga, no dudaba en definirla como «muy larga, muy lenta y muy estresante».
Cierto, ha sido un camino largo -concretamente 5.400 millas náuticas de recorrido real, o 10.000 km-, y repleto de dificultades desde Abu Dhabi hasta Sanya. Viento suave, demasiado suave, tácticas complejas, tráfico marítimo y desperdicios de todo tipo flotando en las aguas acabarían con la paciencia de cualquiera.
Pero ha habido más.
Durante los aproximadamente 24 días en los que la flota cruzó el Golfo Pérsico, navegó paralelo a la costa de la India, cruzó el Estrecho de Malaca, y se adentró en el Mar de China, los obstáculos han sido incontables.
Salir del Golfo
No fue fácil. La niebla envolvía las aguas del puerto de Abu Dhabi el 3 de enero, día en que comenzó la etapa 3. La primera noche fue, quizás, un augurio de lo que les esperaba, pues la pasaron virando de principio a fin. Para salir a aguas del Océano Indico a través del Estrecho de Ormuz, algunos barcos decidieron cruzar por las islas de Omán, mientras que otros las bordearon. Una vez en mar abierto, los seis barcos podían verse unos a otros.
Un día después de la salida, Dongfeng Race Team se puso en cabeza, y allí se mantendrían hasta el final de la etapa, salvo por unas horas durante el 7 de enero, cuando Team SCA emergió en 1ª posición tras una trasluchada. Aunque, efectivamente, en aquel momento las chicas estaban más cerca en millas del siguiente paso obligatorio que determina el líder, lo cierto es que el resto de la flota se encontraba mejor posicionada en términos de navegación.
Los equipos continuaron navegando a lo largo de la zona de exclusión de aguas territoriales iranís -los cazas de este país les recordaban constantemente con su vuelo qué línea no debían traspasar-, buscando los vientos alisios del monzón. Pero una alta presión los anuló, y las tripulaciones se quedaron atascadas en la costa Paquistaní. Buscando el viento de tierra, llegaron a acercarse a pocas millas de la costa.
«Hay cientos de barcos de pesca por todas partes, y la costa de lejos parece Inglaterra, es bonita», decía Charles Caudrelier aquellos días.
A pesar de ello, el patrón de Dongfeng no estaba tranquilo. «Navegar tan cerca de tierra nos preocupa, porque estamos seguros de que nunca han visto un barco como éste».
Entonces, el 8 de enero, decidieron alejarse del litoral, hasta 400 millas mar adentro, y dirigirse hacia el Sur.
Navegando por la costa India
¿Este u Oeste? Esta pudo ser una de las claves de la etapa.
Navegando a lo largo de la costa india hacia el Sur, Dongfeng Race Team se decidió por el Oeste, y toda la flota le siguió.
«Hasta ahora todos nos vamos siguiendo como ovejas», decía Ian Walker. «Los barcos de más atrás quieren estar en contacto con los líderes, y no separarse».
«Pero en algún momento todo cambiará», añadía el patrón de Abu Dhabi Ocean Racing, un adicto a la acción extrema en el agua.
«Todavía habrá que tomar una decisión importante en esta zona, como es si bordear la punta Sur de India y Sri Lanka junto a tierra, o más al Oeste».
Bordeando Sri Lanka
Cual río evitando los obstáculos de su cauce, al pasar por las montañas de Sri Lanka el viento deja agujeros tras las cimas y se acelera por los lados.
Fue aquí donde los hombres de Dongfeng perdieron terreno, al pasar por una zona sin viento -«pozo», le llaman-. Llegaron a ver las luces de Team Brunel y Abu Dhabi que se acercaban en la lejanía, pero conservaron su primera posición.
Aquellos días Charles se refería a la situación como una «batalla de nervios», expresión que acabaría siendo habitual en la etapa.
A través de la Bahía de Bengala
Tras 10 días navegando, la flota dejó Sri Lanka y se dirigió a la entrada del Estrecho de Malaca.
En aquél momento, Sanya estaba aún a 2.400 millas náuticas de distancia. La separación era de 60 millas entre el primer barco, Dongfeng, situado al Norte de la flota, y el último, Team SCA, 20 millas más al Sur. Los otro cuatro equipos se mantenían en el centro, y tan cerca que aún podían verse.
Llegar a Indonesia fue complicado. Había nubes y chubascos, la comida y el combustible comenzaron a escasear, algunos tripulantes acusaban el esfuerzo – Anthony Marchand, de MAPFRE, estuvo enfermo seis días sin poder hacer sus guardias-, y tenían lugar averías en algunos barcos. Era el caso de Dongfeng Race Team, que rompía un cáncamo, la sujeción de una de las velas a la popa, en medio del océano.
Pero lo peor todavía estaba por llegar.
Cruzando el Estrecho de Malaca
“El estrecho nos va a poner a prueba,” anticipaba Charlie Enright. Como muchos de los 57 regatistas de la flota, el patrón de Team Alvimedica nunca había navegado en estas aguas, y se preparaba para lo peor.
«Necesitamos estar preparados para cambiar velas, cambiar de planes, esquivar mercantes, capear chubascos, no dormir…¡Va a ser interesante!».
«La contaminación en esta zona del océano es increíble, y algo trágico también», escribía la reportera a bordo de Team SCA, Corinna Halloran. «Enganchamos basura y otros residuos con la quilla y los timones cada dos por tres».
Los «pozos» de viento también amenazaban a la flota, sobre todo a Dongfeng, que iba primero. El 19 de enero perdieron unas 100 millas de la ventaja que llevaban sobre el segundo.
«El barco se ha parado completamente», explicaba Kit, uno de sus tripulantes chinos. «Nuestros rivales aún llevan buen viento, así que nos están dando alcance poco a poco».
Tuvieron que echar el ancla para evitar ir marcha atrás. Y lo mismo hizo MAPFRE, que en aquel momento iba en un sólido segundo puesto, al que había escalado el día 15. Team Brunel y Abu Dhabi Ocean Racing no se libraron del mismo sino.
Dos días más tarde, la flota finalmente salió del estrecho y se dispuso a cruzar el Canal de Singapur, que se convirtió en una auténtica trampa para el barco español. Quedó atrapado en las redes de pescadores sin iluminar que abundan en esta zona del planeta, y vio, impotente, cómo Abu Dhabi Ocean Racing, Team Brunel y Team Alvimedica se percataban de ello y les adelantaban por el exterior.
Los de Xabi Fernández caían a la quinta posición, pero aún navegaba en el pelotón de cuatro barcos tras Dongfeng.
Team SCA era sexto, a 70 millas.
Azotados por el Mar de China
“En el Mar de China estamos teniendo condiciones realmente duras, las que no hemos tenido en la etapa 1 ni en la 2″, escribía Jean Luc Nélias, navegante del MAPFRE.
12 horas después de adentrarse en esta zona del planeta, en el que les esperaba una ceñida de 1000 millas náuticas, los barcos volvían a vivir con 30 grados de inclinación, y se dirigían hacia Vietnam, al Este.
«Las opciones tácticas son muy limitadas, así que la velocidad es clave. Es increíble lo apretada que está siendo la etapa entre nosotros cuatro. No nos hemos perdido de vista desde Sri Lanka», explicaba el patrón de Abu Dhabi Ocean Racing, Ian Walker.
No sólo la intensidad de la competición, sino también las redes de pesca en Vietnam volvían loca a la flota.
“Ha sido la noche más dura de mi vida», confesaba el patrón de Team Alvimedica, Charlie.
«Creo que acabamos de virar por doceava vez, entre algo así como 7.000 pescadores y tres barcos rivales», añadía.
El 22 de enero el cunningham de Dongfeng, un cabo que conecta el foque con un sistema hidráulico en la proa para mantenerlo tenso, se rompió, tras lo que dicha vela quedó flameando descontrolada.
Pero nada podía parar ya al equipo chino.
MAPFRE había intentado ganar terreno desde la quinta posición yendo hacia el Este, otra buena opción táctica de Jean Luc Nélias, que llegó a ponerles terceros. Pero Team Alvimedica fue más veloz.
«Intentamos darles caza, pero iban más rápidos, no sabemos porqué», decía el patrón Xabi Fernández al respecto.
El amanecer del 27 de enero (horario chino) Dongfeng Race Team cruzaba la meta en primer lugar, un triunfo histórico -el primero de un equipo chino-, y en su puerto base.
«Ha sido la etapa más estresante de mi vida», suspiraba Charles Caudrelier.
Y Xabi Fernández, casi 5 horas después, también. MAPFRE conseguía el cuarto puesto tras pelear las últimas millas contra Team Brunel, a quien ganaba la partida por sólo 1 minuto y 50 segundos.
Fuente: Volvo Ocean Race
El próximo día 7 de Febrero será la Team Vestas Wind Regata In-Port Sanya.
Al día siguiente, el domingo 8 de Febrero los barcos saldrán rumbo a Auckland.