Hay una tradición ancestral que cuando un navegante cruza por primera vez la línea del ecuador a vela, aparece el dios Neptuno, conocido en la mitología romana como un dios peligroso e inestable, que con sus emociones podía provocar desde las más temidas tormentas a las plácidas calmas. En las regatas de vela oceánica aparece siempre en cada barco un Neptuno dispuesto a hacer las mayores perrerías a los novatos, los que cruzan por primera vez el ecuador.

Esta no iba a ser la excepción y Neptuno se ha aparecido en todos los barcos, y no ha dejado títere con cabeza a los nuevos en esta historia. La tripulante del Team SCA, Corinna Halloran, recuerda que “La ceremonia del cruce de la Línea del Rey Neptuno siempre ha existido y todavía se estila en la armada mercante Británica, en la armada inglesa y en otras a nivel global” , se trata de una tradición “Es al mismo tiempo una inyección de moral y una tradición muy arraigada. Generalmente implica una ofrenda al mar y alguna cochinada con pescado podrido”.

En el Mapfre los dos sacrificados han sido los franceses Nicolás Lunven y un menor de 30 años, Anthony Marchand. “No le tengo miedo”, dijo Anthony, “No le tienes miedo porque nunca lo has visto, pero te aseguro que lo tendrás”, le contestó Xabi Fernández.

Puede ir desde rapar el pelo al cero al novato, a echarle por encima elementos de los más impensables. Se trata de una novatada en la que la víctima no tiene escapatoria posible, está en un espacio tan reducido que lo único que le queda es lanzarse al mar, con lo que tienen que asentir con el ritual sin piedad, caiga quien caiga. Y lo malo en estos casos es que no puedes darte una plácida ducha para quitarte de encima lo que te hayan podido echar.

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