Aprende cuáles son las características más destacadas de los vientos del sur.

A menudo, los marinos, a lo largo y ancho de sus largas travesías, tienen que hacer frente a determinadas zonas en las que la fuerza del viento dificulta en exceso la navegación. Algunas de esas zonas las que se corresponden con los paralelos 40, 50 y 60 del hemisferio sur. Allí, los vientos del sur soplan con una fiereza tal que se han ganado una amarga fama.

Los 40 rugientes

La primera área a la que vamos a hacer referencia es la que está comprendida entre los paralelos 40 y 50. Un lugar que tomó gran parte de su fama en el siglo XIX cuando los Clipers surcaban sus aguas a una velocidad endiablada gracias al impulso que recibían de estos vientos provenientes del sur. De este modo, dominaban todo el pasillo que conectaba la Europa más oriental con Australia y Nueva Zelanda.

Sin embargo, hay que echar un poco más atrás la vista para ver que en el siglo XVII, el holandés Hendrick Brouwer logró conectar Sudráfrica e Indonesia gracias a la fuerza de los 40 rugientes. Unos vientos que, como no podía ser de otro manera, son capaces de crear unos temporales que pueden llegar a ser devastadores tanto para los marinos como para las embarcaciones.

La violencia de los 50 aulladores 

Si bien es cierto que los 40 rugientes tienen una fama merecida en medio mundo, los 50 aulladores no le andan a la zaga. Y es que, un poco más al sur, entre los paralelos 50 y 60, nos encontramos con los denominados 50 aulladores. Unos vientos que han convertido algunas vías marítimas en verdaderos corredores de la muerte.

En este caso tendremos que retrotraernos a los inicio del siglo XVI, concretamente al año 1520, para ser testigos del testimonio de Magallanes, el cual, fue el primero en escuchar los aullidos de estos vientos del sur tan peculiares. Unos sonidos devastadores que se crean como consecuencia de las fuertes borrascas que se crean en las zonas más cercanas a la Antártida.

El misterio de los 60 bramadores 

Sin embargo, todo lo anterior queda en nada cuando nos aproximamos a las inmediaciones del paralelo 60. Allí, anclados en las zonas más próximas a la Antártida, se pueden encontrar los 60 bramadores.

En este caso, no obstante, hay que decir que nos encontramos con el conjunto de vientos del sur, de los tres vistos, que menos se ha podido estudiar. Pocas son las personas las que se han atrevido a indagar por aquella zona y pocos son los datos concretos que se tienen. Sin embargo, de lo que no cabe duda es que son vientos con una fuerza muy superior a los anteriores ya que son consecuencia de borrascas muy violentas.

De todos modos, sea como fuere, lo cierto es que independientemente de la fuerza de estos vientos, los marinos los utilizan para atravesar zonas muy concretas de la geografía planetaria a una gran velocidad arriesgando, eso sí, su integridad física.