Gráfico del monotipo Mini 5.80. | classmini580.com

Construye un velero con tus propias manos y compite en una regata de vuelta al mundo. Puede sonar a quimera, a sueño imposible de cualquier navegante dominguero y, de hecho, así era hasta que a Don McIntyre se le ocurrió organizar una circunnavegación con barcos de 5,8 metros de eslora de madera contrachapada. Nunca antes una prueba tan colosal como una vuelta al mundo había estado al alcance de casi cualquier bolsillo.

Según la hoja de ruta esbozada por McIntyre, el promotor de regatas vintage como la Golden Globe Race 2018 o la Ocean Globe Race 2023, esta nueva clase de minibarcos se estrenará en competición el próximo año con una prueba transatlántica. Habrá que esperar a 2024 para que la flota Mini 5.80 dispute su primera circunnavegación.

El Mini 5.80 está ideado para navegantes de cualquier edad y experiencia que sueñan con devorar océanos en un barco oceánico de eslora pequeña. En palabras de sus creadores, serán monotipos "divertidos, asequibles y seguros". Si estas cáscaras de nuez demuestran ser fiables, tienen todo el viento a su favor para irrumpir con fuerza en el mercado náutico como una opción inmejorable para atraer un buen puñado de constructores/navegantes de toda índole.

Para obtener los planos de construcción, basta con desembolsar 300 euros. A eso habría que sumar el precio de la madera contrachapada, un material nada caro (sobre todo en comparación con la fibra de vidrio o de carbono) que en principio no debería superar los 1.500 euros. Así que, en apenas unos meses de trabajo en un garaje o jardín, el velero podría estar listo para echarlo al agua. Además, siempre se puede pedir a un astillero local que se encargue de la construcción.

Ver noticia completa