La decisión está tomada. Vamos a ver los posibles barcos antes de decidir la compra de un velero. Después de estudiarlos en fotografías e informes, ha llegado el momento de la verdad. Ya hemos filtrado los modelos y unidades que no nos interesan, porque lo que se propone a continuación implica ver el barco fuera del agua y realizar una revisión rápida y eficaz.
CUBIERTA Y BAÑERA
- Daños y desgaste en el gelcoat. La inspección es visual. Miraremos toda la cubierta y bañera para comprobar que no hay grietas, agujeros o roturas por impacto en la superficie.
- Deslaminación. Con un destornillador golpearemos suavemente las zonas donde pueda haber deslaminación, cerca de las escotillas y otras oberturas. El sonido ha de ser uniforme.
- Borda y regala. Observaremos si hay reparaciones con silicona o similares entre la borda y la regala, cordones no uniformes a los del astillero, que rompan la estética. El mal estado nos lo delatará las posibles entradas de agua.
- Candeleros. Intentaremos moverlos con la mano. Su sujeción ha de ser firme en todas las direcciones. Los tinteros han de estar bien sujetos y sellados con silicona.
- Rueda o caña. La moveremos en todos los sentidos, comprobando un movimiento uniforme y suave, sin holguras.
- Winches. Los giraremos con la mano. Su sonido ha de ser musical, limpio y lubricado.
- Toldos y fundas. Los revisaremos en sus costuras y sus zonas transparentes, clásicas en la capota. No han de estar oscurecidas o cuarteadas. Las costuras se han de ver resistentes.
- Velas. No es necesario izarlas totalmente, pero sí que les quitaremos las fundas —de la mayor— y haremos girar el enrollador del génova unos metros para ver su aspecto y buen funcionamiento. Efectuaremos una inspección visual del tambor del enrollador, cabos, roldanas, grilletes y demás armamento.
PALO Y JARCIA
- Palo. Desde el pie de palo observaremos que esté recto, sin asimetrías, golpes y que toda su superficie es de color y textura homogénea, sin señales de corrosión o impactos. Prestaremos especial atención al pie de palo.
- Crucetas. Desde popa o incluso fuera del barco, comprobaremos que sean simétricas, una vez a bordo, moveremos los obenques a mano para comprobar su holgura. Observaremos de paso los anclajes de los mismos a cubierta o sus cadenotes. Buscaremos grietas y óxido.
- Jarcia. Prestaremos especial atención a la unión de los cables con los herrajes, que no presenten hilos sueltos. Situaremos la posición de los cadenotes e intentaremos ver su estado en el interior del barco.
INTERIORES
- Fijaciones. Observaremos la unión de mamparos y muebles al casco. Ha de ser sólida y sin síntomas de grietas o reparaciones.
- Filtraciones. Buscaremos restos de cristales de sal, chorretones de óxido o paso de agua. Especialmente en la unión de casco y cubierta, bases de candeleros y grifos de fondo. Repasaremos los cadenotes.
- Base de palo. Suele haber un puntal o un mamparo estructural. Ha de mostrar solidez y simetría.
- Puertas. Han de abrirse y cerrarse sin problemas de ajuste.
- Sentina. Ha de estar limpia y seca. Si la bocina es clásica, con refrigeración por goteo, comprobar que éste no sea escandaloso.
- Aseo. Ha de cumplir la normativa, de tanque de aguas negras o químico homologado. No ha de oler especialmente mal. Ha de estar limpio.
- Motor. Las baterías no han de tener bornes sulfatados, han de estar limpias. Todos los grifos de fondo se han de abrir y cerrar sin problemas, la instalación eléctrica ha de estar limpia, sin cables sueltos ni muestras de óxido, corrosión o sulfato. La sentina del motor no ha de tener aceite o combustible, y si los tiene, se ha de buscar la causa.
- El aspecto general del motor ha de ser lo más impoluto posible, sin óxido, chorretones de aceite o combustible.
- General. Miraremos el aspecto general de los barnices, fundas, cocina, instalación de gas, humos, alarmas de gas, cortinas y decoración.
CASCO Y OBRA VIVA
Si el aspecto del barco, interiores y cubierta están dentro de nuestros parámetros y gustos estéticos, entonces vale la pena ver el barco fuera del agua. En caso contrario no perderemos tiempo ni dinero adicional.
Casco. Nos mantendremos cerca del casco y caminaremos relativamente rápido de proa a popa y a la inversa. Buscaremos irregularidades en la superficie, golpes, ondulaciones, reparaciones de gelcoat.
Obra viva. Revisaremos el casco en búsqueda de burbujas, síntoma de ósmosis, para pincharlas con una llave y comprobar si el líquido huele a vinagre. Giraremos la pala, la hélice y comprobaremos que la quilla no muestra señales de varada.
Esta lista no es completa pero le ayudará a tomar la decisión. O a presupuestar la puesta a punto, en caso de compra. Suerte.